Aunque la inflación brutal de los costes energéticos impacta a toda la industria andaluza, 2 fábricas frenan ya sus inversiones y ponen en peligro el empleo.
La Agrupación de Fabricantes de Cemento de Andalucía, alerta de la pérdida de exportaciones, con un descenso del más del 6% en el periodo enero-mayo de este año, originada por el incremento brutal de los costes energéticos.
Las fábricas de cemento tienen la capacidad tecnológica y las competencias profesionales de sustituir una parte de sus combustibles fósiles por residuos, cuando estos no pueden reciclarse. Esto se consigue a través de un proceso avalado por la Comunidad Europea y meticulosamente controlado por las Administraciones competentes que se llama “valorización energética”.
Este proceso se desarrolla de forma totalmente segura para sus trabajadores y para la salud pública como lo reconocen sin ningún reparo las Administraciones competentes y los sindicatos UGT y CC.OO. Y además ofrece dos ventajas adicionales para la sociedad: evita el depósito en vertedero de estos residuos, y evita la emisión de gases de efecto invernadero procedente de la utilización de combustibles fósiles y de los vertederos.
La valorización energética permite además disminuir los costes de operación y contribuir por lo tanto al mantenimiento de la competitividad de las empresas en un momento en el que el consumo de cemento en Andalucía está en los niveles más bajos de los últimos 50 años.
En la actualidad, entre las 3 fábricas de cemento Españolas que todavía no pueden utilizar esta tecnología de valorización energética, 2 se encuentran en Andalucía, lo que supone una clara desventaja para nuestra Comunidad, comparando con otras fábricas europeas y nacionales que se encuentran mucho más avanzadas en la utilización de este proceso por disponer de las autorizaciones correspondientes, y una mayor concienciación medio-ambiental de su entorno.
Esta situación está llevando a estas 2 fábricas andaluzas a paralizar sus inversiones, reducir sus exportaciones y provocar pérdida de empleo en las mismas así como en las comarcas que dependen de su actividad.
La situación que padecen estas fábricas andaluzas perjudica además el Plan Industrial que la Junta de Andalucía está impulsando para incrementar el PIB industrial de la región, con el objetivo de crear más empleos estables y de calidad en nuestra comunidad, aspecto en el que destaca la industria cementera andaluza desde hace más de cien años, como lo reconocen los propios sindicatos de trabajadores.
La industria cementera pide un apoyo más decidido de la Administración local y Autonómica para destrabar estas situaciones y prevenir la gradual desindustrialización de Andalucía.